El otro día pude ver con unos amigos la película dirigida e interpretada magníficamente por Clint Eastwood "Gran Torino" y nos causó una magnífica impresión, no sólo por el intérprete principal sino porque tanto la trama como la realización captan el interés y dejan un fondo de reflexión muy positivo.
En el debate se comentó que la película denuncia la violencia de las bandas juveniles como una lacra social y como causante de un profundo dolor en la sociedad donde se hacen comunes. Esos críos asiáticos, negros, italianos... que hacen del grupo una sociedad en conflicto y donde la fuerza es la ley acaban "en la cárcel" como comenta la sensata hermana de Tao.
Esas bandas son el caldo de cultivo de las mafias, de las bandas de delincuentes organizadas y, en este caso, ante el silencio de las víctimas, son impunes ante la ley, una situación muy preocupante porque dejan indefensos a los ciudadanos pacíficos y tientan a los atajos de tomarse la justicia por su cuenta.
El protagonista, Walt Kowalski, es un anciano de carácter, de mal genio, pero -como se podrá comprobar en el filme, de gran corazón. Deja huir al atemorizado Tao, de la etnia hmong al que sus parientes de su edad, jóvenes violentos, están empeñados en hacer uno de ellos. Tao gracias a los valores aprendidos en su familia, logra evitar ese destino. Kowalski es el héroe que con su ayuda hace de ángel custodio de la familia de Tao y del barrio atemorizado por la banda juvenil.
Kowalski es católico, su mujer había fallecido dejando al párroco la labor difícil de hacer retornar a su marido al redil. El párroco también va aprendiendo del feligrés, excombatiente de Corea, hombre duro pero que tiene, aparentemente camuflado, un gran corazón.
El ambiente de la película muestra la interculturalidad de Estados Unidos: su nueva doctora es de origen asiático, la enfermera es de origen árabe, el peluquero un italiano.
El Gran Torino es un Ford de 1972 trabajado por el protagonista, envidia de los vecinos y clave para que Kowalski y Tao, en el intento fallido de robo de este último entablen una amistad que derivará en la humanización del "hombre duro" y el enreciamiento del "crío"
Ver también:
De Cine en fin de semana: Gran Torino, Watchmen y Más allá de los sueños.
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