Colectivo Cartapacio Liberal. Noticiero y breves comentarios de libros leídos y que consideramos de interés. El Colectivo Cartapacio Liberal se ha adherido al periódico digital www.aragonliberal.es

Monday, April 26, 2010

Firmin, una rata que no gustará a las mujeres



La obra de Sam Savage, "Firmin" trata de una rata que tiene una especie de indigestión por devorar libros, pero que hace que esas letras vayan teniendo sentido en su cerebro y se encuentre como un ser pensante con cuerpo de rata. Una rata de biblioteca en todos los sentidos.


Esta novela cabría dentro del género de ficción, si bien es un nostálgico recuerdo a un Boston viejo que fue derruido para el paso del progreso.


Firmin es una rata intelectual, con criterio propio, soñadora, capaz de recrear y mejorar las historias leídas que no olvida y que llega a mezclar peligrosamente con su mundo real.


Admira al librero que tiene su tienda en el edificio, se asombra del gran conocimiento del viejo, se une solidariamente pero sin poderse comunicar con los vecinos que pasan la mañana de tertulia pensando qué hacer para evitar el derribo del barrio, pero sufre un desengaño por ser una rata. Luego admira al escritor bohemio que vive en el ático que le adopta como mascota. Y la historia acaba como empezó: "es la historia más triste del mundo", el derribo es inminente.


La rata es algo retorcida, y, lo reconoce, un poco guarra, y ahí es lógico que se sienta rechazo por parte de las mujeres y, también, por parte de las personas que valoran el amor humano. Ahí la alegoría ratuna defrauda, o es intención mostrar una justificación alegóricoa de un ser que siempre ha repelido al género femenino.


Título: Firmin


Autor: Sam Savage


Edita Seix Barral, 5ª Edición, Barcelona 2010

Tuesday, April 20, 2010

Las chicas del óleo, de Isabel del Río... un libro que merece color


Me llegó el libro en correo, bien embalado el sábado. Al volver de Madrid lo encontré en mi mesa de trabajo. Lo hojeé y no pude dejarlo hasta acabar su lectura. Tiene gancho, yo fui pez, pescado.

Comencé la lectura y vi las ilustraciones a blanco y negro y tuve la idea de acudir a las voces de autoras, pintoras todas ellas, en google imágenes... edité alguna foto a color de los cuadros y me dije: ¡este libro, a color, sería doblemente valioso! y eso que es pequeñito pero con grandes esencias.

Por la obra desfilan pintoras que tuvieron éxito en su siglo: Sofonisba Anguissolla, famosa por su retrato a Felipe II del que aprendió Velázquez; Artemisia Gentileschi que poco tiene que aprender de Caravaggio; Marietta Robusti, la Tintoretta, que eligió el matrimonio pero mostró su valía en el taller de su padre; Elisabeth Vigée-Lebrun, la pintora de Maria Antonieta, que con gran sentido común habla de los "ilustrados" como eran: "igualdad, fraternidad y muerte"; Anna Therbush genial con el velo del autorretrato cincuenta años de que admirásemos a Goya con su"lechera de Avignon"; Constance Marie Charpertier a la que confundieron con un David en su retrato de Charlote du Val d´Ognes y tantas otras.

La autora merece, con Regine Pernaud, un lugar aparte. Mujeres que saben que la mujer consigue lo que se propone, que en todas las épocas ha habido mujeres brillantes que se han lucido en un mundo más rudo que el nuestro. Leonor de Aquitania es un icono para Pernau; Isabel la Católica o Isabel I de Inglaterra fueron reinas, cultas y poderosas. ¿Si esos son los frutos femeninos, no será que en aquella época la sociedad admitía también el genio femenino?

Isabel del Río sostiene que es desde la Ilustración, cuando se habla de liberar al hombre de su ignorancia, cuando comienza un paulatino replegar de la mujer al hogar, y un sospechoso ocultar la firma femenina de muchos de los mejores cuadros que ellas pintaron. Una historia de varones en nombre de la "libertad" de los ilustrados.

Ahora liberan a la mujer haciendo que reniegue de su feminidad, porque para ellos sigue siendo una limitación el hecho de ser MUJER. Y las feministas les secundad porque odian todo lo femenino, incluso algo exclusivo de ellas: la maternidad.

Mi abuela, Josefina Pardo, era pintora dentro de su hogar, tuvo seis hijos, a las cuatro hijas les enseñó a pintar, una de ellas ganó una beca para ir a París que renunció porque le tiraba más ser madre (lo es de once hijos) pero siguió pintando. Mi abuela era un poco "antigua": cuando acabó la guerra civil se dedicó a hacer copias de cuadros que los "progresistas de entonces" habían quemado en muchas iglesias. Pensaba que los católicos tenían derecho a recuperar al menos las imágenes ante las que siempre habían rezado. Ninguna de ellas sería un genio de la pintura, pero hicieron lo que quisieron y lo compaginaron a su modo con su familia.

En los hogares normales suele pasar así... se compagina todo siempre que sea posible. Pero de pronto surge una hija como Sofonisba que es genial, y sus padres se preocupan de su educación pictórica y sale una gran pintora. Otras veces el genio late escondido o tiene que ir contra corriente.

Isabel del Río recuerda que es en el siglo XIX cuando era de mal gusto que una mujer escribiera y hay bastantes famosas escritoras que firmaron con seudónimo masculino. Va a resultar que la liberación de la mujer yerra el camino. Como le gusta decir a Messori, el cristianismo es la religión del et, et... Vale para la cultura del sentido común: Mujer Y Artista; Esposa, Madre, Intelectual y Profesional. No es preciso renunciar a nada de lo que nos haga auténticos.

Y, hablando de auténticos, alguien que firma en el prólogo como Martín Cid, "fumador" tiene bastante de naturalidad, de esa que sólo molesta a los nuevos puritanos.

frid

Título: Las chicas del óleo

Autora: Isabel del Río

Edita: Akrón S.A., Madrid 2010

Ver blog sobre Las chicas del óleo

Monday, April 19, 2010

Una joya única: "Cuatro hermanas" de Jetta Carleton

Esta obra de "Libros Asteroide" es sorprendente por lo buena que es y, sin embargo, porque de esta autora sólo hay una novela completa, que en parte es autobiografía y en parte es una novela costumbrista de la América USA de principios de siglo. Una América aventurera, en formación y a las puertas de las nuevas tecnologías. En ella la aviación pasa de ser algo de aventureros a la aviación comercial lo que deja fuera de juego a Ed, uno de los protagonistas.

La novela es la historia del matrimonio Matthew y Callie y sus cuatro hijas. El escenario: la granja donde, en verano, todos vuelven a reunirse; bueno, todos menos la alocada Mathy que falleció en un accidente aéreo.

Todos los veranos la familia vuelve a reunirse en la Granja, y disfrutan de la normalidad de la vida campestre y del descubrimiento de lo maravilloso de lo ordinario: el abrirse las flores de la "dama de noche", el "espino albar florecido", y otros descubrimientos que hacen que haya en la historia de la familia secretos, preocupaciones, derrotas y victorias con un fondo común: a pesar de todo, o gracias a algunas de esas cosas, la familia se quiere y se apoya.

El padre, maestro por su propio esfuerzo y el apoyo silencioso de Callie, muestra en él la tensión entre la seguridad que busca el campesino y la necesidad de afrontar el cambio que requiere su inquietud interior y su profesión de maestro.

Las hijas son esos tiempos nuevos que, sin embargo, mantienen un sólido vínculo familiar al tiempo que van volando del nido.

Los personajes de esa familia, con profundas raíces religiosas, metodistas, mantienen una tensión entre su fe y sus dudas. Y así todo, en la novela se muestra casi siempre esa dicotomía del ser humano que busca la seguridad absoluta en la tierra y que, al tiempo, tiene que levantar el pie del suelo si quiere progresar.

Quizá el título original "Moonflower Vine" debería haberse conservado porque tiene un profundo significado: como el verano, esas flores son temporales, la flor es fugaz, sale cada noche y muere cada mañana para volver, de nuevo, al año próximo a alegrarnos con su espectáculo de color y olor.

Magnífica novela y magnífica traducción de María Teresa Gispert

Título: Cuatro hermanas (primera edición en inglés en 1962, título original: "Moonflower Vine")

Autora: Jetta Charleton

Edita Libros Asteroide, Barcelona 2009

Thursday, April 15, 2010

Espejos: de Eduardo Galeano

Algo me chocó uno de sus breves artículos en el que "sesgadamente" dice que el Dios de los hebreos, de los cristianos y de los musulmanes es un "dios" triste, que no sonríe. O cuando afirma que Jesucristo no rió nunca.

Dios dice: "son mis delicias estar con los hijos de los hombres"


Jesús muestra en su hablar con la Samaritana, con los hijos del Fuego, con Pedro cuando afirma que tienen dos espadas para defenderle, un agudo sentido del humor.


El pueblo cristiano es alegre: "!Resucitó!"
De los judíos y musulmanes yo no hablo.


Ese afán de atribuir la tristeza a los otros me hizo sospechar que su libro es tan profundo como irónico y como sesgado.


Eduardo Galeano, socialista uruguayo, muestra aires de intelectual, y lo es, pero en "Espejos" no juega limpio.


Es irreverente con todos y con todo, mostrando su profunda inteligencia, su ironía y ese estar por encima del bien y el mal que vemos en los "intelectuales", creadores de verdades y jueces de las verdades ajenas.


Su libro mezcla perlas con venenos bellísimos; une respeto delicado con burla y humillación sutil. Sonrisas que alaban o que matan.


Es interesante para aquel que acude al autor con buena formación, único modo de salir ileso y equilibrado después de ver cómo Galeano acaba con todos los iconos desde el pedestal de su inteligencia.


Galeano arremete con todos los tópicos y los desnuda, con todas las falsedades y las denuncia, y con todas las verdades que quedan ridiculizadas.


Para leerle recomiendo al lector el mismo estilo que el autor: ironizar sobre su ironía, y dar una segunda vuelta a sus paradojas para mostrar la desnudez final en la que se queda después de no dejar ni verdades ni mentiras en pie.


frid


Título: Espejos


Autor: Eduardo Galeano


Edita Siglo XXI, séptima edición, Madrid 2010

Monday, April 12, 2010

Cuentos cortos de Mingote en "El caer de la breva"

Este libro de relatos cortos acaba de inundar nuestras librerías, y seguramente será un éxito decorando nuestras bibliotecas.

El humor de Mingote es un humor que se ofrece como culto a la inteligencia, sencillo, sin sobresaltos, en alguna ocasión genial. Y con su pincelada acertada retrata la realidad mejor que muchos editorialistas con su verborrea interminable.

La obra que edita Planeta, por ser de Mingote, será un éxito de ventas. Pero, para los aficcionados a ese gran escritor que se inmortalizá por sus dibujos más que por sus novelas, nos servirá como bálsamo ante la amarga realidad de unos políticos sin rumbo que todavía nos dirigen en España. No saben lo que quieren y quieren que queramos lo que ellos dicen.

Mingote cuando describe pinta, cuando pinta describe. Y es que su literatura es de pinceladas, y cada relato es un cuadro de pintura rápida.

Sólo echo en falta que, en el índice de los cuentos, para no hacer pesada la lectura, se citase una referencia de cuando se escribió cada cuento ya que ayudaría a conocer la evolución literaria de Mingote, como también ha tenido una evolución pictórica.

Título: "El caer de la breva"

Autor: Antonio Mingote

Edita: Planeta, Barcelona 2010

Wednesday, April 07, 2010

Retratos del tiempo de la reforma y de los nuevos mundos de Gerardo Vidal Guzmán


Y van cuatro Retratos, esperando un quinto de Gerardo Vidal Guzmán


En este caso las terceras partes fueron buenas, pero las cuartas mejores, quizá porque la mayor actualidad de la Historia del Renacimiento y del Nacimiento de la modernidad nos implica más en un mundo que ahí nació que los anteriores ante mundos que murieron por agotamiento o porque la cultura los abandonó acusándoles de bárbaros.


El Libro "Retratos. El tiempo de las reformas y los descubrimientos (1400-1600)" afronta la primera globalización: la apertura del nuevo mundo a la cultura occidental y la entrada de los jesuitas en China con el Padre Ricci. También presenta la desmitificación de la Tierra como centro del Universo ante el sistema copernicano y la puesta del Hombre en el centro como medida de todo tanto por los renacentistas en lo referente a la cultura como en el protestantismo luterano como interpretación sin tradición de la Escritura.


El mundo deja de ser cristiano, el Emperador Carlos V es el último de su género; Inglaterra comienza su andadura como Gran Imperio con Isabel I; los Estados eligen su religión y, la filosofía continua su ruptura entre realidad y pensamiento iniciada por Ockam y continuada con el abandono de la Escolástica en los nuevos Estados protestantes.


España da a luz el Derecho de Gentes con Francisco de Vitoria y su Escuela; en ella nace la más sólida Reforma católica con San Ignacio de Loyola y los jesuitas; frena la expansión turca y pelea con todos y contra todos como último paladín de la cristiandad.


América se abre a la cultura y a la fe cristiana y se fusionan los pueblos con los criollos y las Universidades americanas. Los Estados modernos son más absolutos al controlar la vida y las creencias de sus ciudadanos y se inicia la modernidad que, con Maquiavelo, prepara un laicismo práctico en el gobierno de los Estados. Despunta la ciencia moderna. Y la segunda globalización, la de la cultura, tiene el instrumento adecuado: la imprenta.


El libro tiene cierto aire a los escritos de Paul Johson, pero más adecuado a la cultura latina, esa variante de la cultura occidental más vitalista.


Hay referencias a artistas u escritores como Lorenzo Ghiberti, Filippo Brunelleschi en Florencia, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Erasmo de Rotterdam, el Greco y San Juan de la Cruz, como de teóricos de la política como Maquiavelo y de la religión como Lutero y Calvino.


Los científicos están representados en Copérnico; los aventureros y descubridores en Cristobal Colón, Magallanes, Elcano, Pizarro y Cortés.


La reforma protestante con Lutero y Calvino frente a la católica de San Ignacio y Trento.


Los Papas príncipes podrían destacar por su mundanidad, pero el autor se detiene en Carlos V y Felipe II, si bien son más importantes para entender la modernidad aquellos que se les opusieron. Unos eran la presa que contenía las aguas, los otros la avenida que arrasa la tradición y crea el Orden nuevo.


Título:Retratos. El tiempo de las reformas y los descubrimientos (1400-1600)


Autor: Gerardo Vidal Guzmán


Edita: Rialp, Madrid 2009


Otros libros del autor: