La Política de Aristóteles. Una lectura necesaria para justos e injustos.

Título: La Política

Autor: Aristóteles.

Editorial Austral, Clásicos Políticos, Madrid 1989

Edición bilingüe y traducción de Julián Marías y María Araujo
Introducción de Julián Marías.

Para tener una referencia a las versiones de la obra recomiendo este enlace. Personalmente he leído la Política en la versión que cito y, hace tiempo, en otra edición de Austral sin el texto griego (pero eso hace mucho tiempo y no tomé referencia del libro)

Esquema de la Obra:

Libro I: La ciudad y sus elementos.
Libro II: Las constituciones más perfectas.
Libro III: Teoría del ciudadano y clases de régimen.
Libro IV: La felicidad y el régimen ideal.
Libro V: La educación de los jóvenes.
Libro VI: Los diversos regímenes y su realización.
Libro VII: La inestabilidad de los regímenes.
Libro VIII: Organización y seguridad de las democracias y oligarquías.

Mi propuesta: compra el libro y tenlo en un lugar visible y de fácil acceso en tu casa. Hazle tu acompañante en la mesilla de la noche. Habla con frecuencia del contenido con tus amigos. Corríjele Aristóteles con el aporte humanístico derivado del cristianismo aplicando a todos los hombres aquello que él aplica sólo al ciudadano. Condene la esclavitud y el aborto. Y aprende de Aristóteles que el régimen político tiene como finalidad hacer más feliz al ciudadano. Eso es la garantía de su estabilidad interna. Para garantizar la estabilidad externa requiere otros elementos no necesariamente derivados de la inteligencia: tamaño de la ciudad, guerreros disciplinados, intendencia asegurada, pactos y diseño de la defensa.

Todo lo que dice Aristóteles ayuda a entender el nacimiento, la evolución política y la decadencia de los regímenes que han sucedido al griego o han compartido con él su hegemonía: persas, egipcios, romanos, fenicios... pero también todos los regímenes modernos y contemporáneos.

Si observas la democracia actual y le aplicas el modelo aristotélico para velar por su permanencia y perfección tendrás muchas propuestas válidas para cambiar los defectos que la aquejan, porque nuestra democracia dista mucho de ser perfecta.

Sin embargo Aristóteles no es cristiano. Y el paganismo aplica la justicia sin misericordia, lo que hace preciso su corrección para incorporar los conceptos de solidaridad, generosidad y perdón tan convenientes para desenquistar los conflictos humanos.

Considero que la lectura del libro y su asimilación te llevará años, porque es como un cuadro perfecto. Mirándolo una y otra vez vas viendo cada vez más planos. Y es que es un espejo nítido de cómo funciona el pensamiento humano.