Luis Suárez es un gran historiador. No necesita presentación. Y, por eso, cuando encuentras en la Biblioteca un libro no voluminoso, que trata del Papa Luna, de Pedro Martínez de Luna o Benedicto XIII, la mano vuela a tomar el libro, a abrirlo y, con toda seguridad, a quedar cautivado por la narración.
El libro sobre Benedicto XIII es una pieza muy importante para entender la Historia de la Corona de Aragón, pero, también por la importancia en el orden mundial de entonces, para entender aquella época de la civilización occidental en la que se estaban formando los reinos que derivaron en el Estado moderno con todo su poder.
Debido a la inseguridad de Italia, a las luchas de facciones en Roma, era ya un largo destierro el de los papas en Avignon, propiedad de la Iglesia pero en suelo bajo influencia y protección francesa.
Francia e Inglaterra se aprestaban a chocar en la Normandía; Castilla y Aragón comenzaban a relacionar linajes con la familia Trastamara; la nación alemana sufría en el sur la real amenaza de los turcos; Bizancio era prácticamente un feudo de los turcos que ya avisaron que era cuestión de tiempo para que la Basílica de Santa Sofía acabase en mezquita musulmana; Italia era el caos; por el este los mongoles amenazaban el poderío turco, pero su adhesión al Islam volvió a mostrar la amenaza a los reinos cristianos.
La vuelta de los papas a Roma con Gregorio XI, su muerte, la elección bajo coacción del pueblo romano, de Clemente VII, la huida de los cardenales y la denuncia de la invalidez de esa elección con el nombramiento del Cardenal Roberto de Ginebra bajo el nombre de Clemente VII, divide la cristiandad en dos obediencias a dos "papas probables" pues al aducir coacción e invalided en la elección del papa romano, los cristianos desconcertados se dividen en dos obediencias: la nación francesa y la española (salvo Portugal) acaban decantándose por el papa de Avignon; la nación inglesa, alemana e italiana por el papa romano.
Los buenos oficios de Pedro de Luna, vinculado a la familia que reina en Aragón y con relaciones de amistad con los trastámara, le valieron el capelo cardenalicio y pudo estar en los dos cónclaves decisivos. Posteriormente fue elegido papa en la obediencia de Avignon y, en su larga vida, fue protagonista de la pacificación de los reinos hispanos, y parte interesada en los esfuerzos de unidad que, fracasados en el concilio de Pisa, acabaron con la renuncia del papa de Roma, del anti-papa de Pisa y la sustracción de obediencia de los españoles a Pedro de Luna, que siempre se consideró Papa legítimo.
Es preciso su muerte, el cónclave de cuatro de sus cardenales, la elección de un papa que renuncia a favor del Papa elegido en Constanza, de Martín V, para que vuelva la unidad en la cabeza de la cristiandad.
Los frutos de esa época problemática fueron los primeros brotes del galicanismo, de la iglesia nacional y del derecho de presentación por parte de los reyes cristianos.
El libro es una ventana a la historia europea durante esos años, 1328 a 1423, en los que Pedro Martínez de Luna fue protagonista y testigo de excepción. Y, según dice Luis Suárez, aún sigue siendo lectura obligada para historiadores la biografía de Martín de Alpartir sobre Benedicto XVI
Título: Papa Luna. Benedicto XIII ¿Antipapa o Papa? (1328-1423)
Autor: Luis Suárez Fernández
Editorial: Ariel, primera edición, Barcelona 2002
Colectivo Cartapacio Liberal. Noticiero y breves comentarios de libros leídos y que consideramos de interés. El Colectivo Cartapacio Liberal se ha adherido al periódico digital www.aragonliberal.es
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2 comments:
Un magnifico libro rigurosos con precision y a la vez sorprendente porquein ha estudiado muy bien al personaje Muy recoemndada
A mi me gustó muchisimo
Gracias, "boira" por tu comentario. Es un libro imprescindible para conocer la historia de Aragón (también el de Ramón J. Sender que recomiendo "Bizancio")
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