La novela original fue publicada en 1943 y fue un éxito de ventas, lo que remitió a Betty Smith a la fama, y a la fama americana. Hoy todavía tiene su frescura, al menos de unos tiempos que se añoran y una calidad humana que se desearía para estos tiempos.
Las protagonistas reales de la novela son las mujeres Nolan, madre e hija... pero el telón de fondo es el bueno de Johnny, esposo y padre a la vez... débil, borrachuzo, cariñoso, artista, músico, poeta.
Todos los personajes de la novela rezuman humanidad, son vistos con los ojos de la pequeña Francie en relatos que son cuadros de vida.
Se te escapa la sonrisa al leer y, sin darte cuenta, vas adquiriendo recursos para la vida, para no caer en las debilidades, para afrontar las dificultades, para superarse... y para ser feliz con las pequeñas cosas que te puede ofrecer una vida de privaciones.
Francie le dice a Neeley que su hermana pequeña no pasará tantas privaciones como ellos... "pero quizá no será tan feliz"... por lo bien que se lo pasaron.
Su madre suplió con imaginación e ilusión las penurias. Ellos habían llegado a muchos "Polos Norte", eufemismo que significaba resolver una situación difícil a la que se enfrentaban con frecuencia... la más clara "qué llevarse a la boca".
Se enseña en la novela que la felicidad no está reñida con las privaciones y que la familia es el rodrigón que levanta y promociona a sus miembros. La fuerza: la unidad.
Esta reedición y traducción de Rojas Clavel de 2008 es un tesoro para tus ojos.
Título: Un árbol crece en Brooklyn
Autora: Betty Smith
Editorial: Lumen, narrativa, Barcelona 2008
Las protagonistas reales de la novela son las mujeres Nolan, madre e hija... pero el telón de fondo es el bueno de Johnny, esposo y padre a la vez... débil, borrachuzo, cariñoso, artista, músico, poeta.
Todos los personajes de la novela rezuman humanidad, son vistos con los ojos de la pequeña Francie en relatos que son cuadros de vida.
Se te escapa la sonrisa al leer y, sin darte cuenta, vas adquiriendo recursos para la vida, para no caer en las debilidades, para afrontar las dificultades, para superarse... y para ser feliz con las pequeñas cosas que te puede ofrecer una vida de privaciones.
Francie le dice a Neeley que su hermana pequeña no pasará tantas privaciones como ellos... "pero quizá no será tan feliz"... por lo bien que se lo pasaron.
Su madre suplió con imaginación e ilusión las penurias. Ellos habían llegado a muchos "Polos Norte", eufemismo que significaba resolver una situación difícil a la que se enfrentaban con frecuencia... la más clara "qué llevarse a la boca".
Se enseña en la novela que la felicidad no está reñida con las privaciones y que la familia es el rodrigón que levanta y promociona a sus miembros. La fuerza: la unidad.
Esta reedición y traducción de Rojas Clavel de 2008 es un tesoro para tus ojos.
Título: Un árbol crece en Brooklyn
Autora: Betty Smith
Editorial: Lumen, narrativa, Barcelona 2008
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