
Creo que David Golder es con mucho la obra maestra de Irène Némirovsky, pero también que su lectura no defrauda nunca. Esta vez cayó en mis manos "El ardor de la sangre", relato breve de la Francia rural que es un cuadro costumbrista del campesino francés, con trazos duros pero llenos de un gran afecto por la "tranquilidad" rural.
Título. El ardor de la sangre
Autora: Irène Némirovsky
Ediciones Salamandra, Barcelona 2007
Traduce José Antonio Soriano Marco
Este libro es un manuscrito inédito que puede considerarse una obra completa, si bien también podría haber sido un guión o terminar de otro modo. La acción se detiene en el momento en el que el protagonista principal, Silvestre, revive con fuerza su pasado en el pueblo y las razones por las que se fue, unas razones revividas en su propia familia y que son el mismo "ardor de la sangre".
El ambiente rural, cerrado de entreguerras está magníficamente relatado. Y el afán del agricultor de tranquilidad exaltado, haciendo bueno el refrán de "los trapos sucios se lavan en casa" y trapos hay que tapar siempre.
Y entre tantos silencios, en los que nadie habla... circula una corriente.... por la que todo se sabe.
frid
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