Andrés Trapiello está de moda, como una especie de nuevo Séneca. Y es que cuando el sentido común se instala en un escritor, incluso la pluma se hace más amena y él mismo conecta con el acerbo eterno de la buena literatura.Un gran literato está en condiciones de decir de Cervantes y de sus grandes personajes El Quijote y Sancho, aspectos que dan verdadera luz y ayudan a conocer la obra y el autor.
Confieso que mi primera lectura del Quijote se frustró en mi adolescencia, por exceso de vergüenza al ponerme en la piel del personaje y sufrir tanto su locura como las perrerías que le hacían. Pero luego, más adelante, la obra de Cervantes ha sido leída y releída, ya cuando uno mismo ha pasado por situaciones quijotescas. Siempre he pensado que su lectura requiere haber vivido algo de la vida y haber sufrido.
El autor, Cervantes, y bien lo señala Trapiello, es un hombre de las mil vidas, o de un puñado de ellas: su infancia fue trasegada desde Castilla a Andalucía; su juventud también fue movida hasta acabar de soldado en Italia y en Lepanto, después cautivo del moro en Argel, libre y atado en un matrimonio conveniente, después de nuevo en Andalucía de funcionario recaudador, y en la cárcel por pleitos de los que salió bien parado pero sin blanca, y luego con las estrecheces de escritor algo a la fuerza, volviendo a su primera época como autor de Teatro, pero sobre todo dando luz a un personaje que se le escapó vivo de la letra impresa. Porque Alonso Quijano si bien nacido en la ficción cervantina, vive generación tras generación, en la mente de los españoles y de tantos y tantos amantes del personaje en el mundo entero.
Trapiello comenta que cada época ha interpretado al Quijote y a su autor, a Cervantes, en la clave particular de su tiempo. Afirma que quizá Galdós fue el mejor cervantino; y que ahora, en nuestra decadente época, sólo se les ocurre trasladarle a Cervantes los complejos sexuales que atenazan a nuestra progresía.
La biografía de Cervantes de Trapiello se volvió a editar, diez años después, por iniciativa del ABC, lo que se agradece.
En el libro sólo sobra el último apéndice, dedicado a un tal F. Rico, un erudito equivocado. También puede prescindirse de los otros ensayos ya que, pienso, están ya contenidos en las divagaciones "trapiellicas" de la biografía cervantina.
frid
Título: Las vidas de Miguel de Cervantes
Autor: Andrés Trapiello
Edita: ABC S.L., Colección Protagonistas de la Historia, Madrid 2004
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