Cris Stewart tiene sensibilidad de artista, ya lo era en el grupo musical Génesis, y tiene una gran querencia a lo pastoril y sencillo. Se convirtió en un campesino culto, pero campesino, en las Alpujarras. Se compró un Cortijo y lo mimó con sus manos y con la ayuda de su mujer. Ahí se hizo un hueco entre los nativos, primero dejándose engañar por un tal Pedro, el espabilado primer propietario del Cortijo, luego entrando en la vida de otros alpujarreños generosos como Domingo. Y allí nace su pequeña Chloë.Stewart cuenta de modo muy ameno la vida rural, con un cierto estilo a Gerald Durrell en "Mi familia y otros animales" en el que se narran con gran sencillez pequeñas historias en la vida de un botánico y naturalista entusiasta y también optimista.
El libro es una magnífica descripción de la tierra, de los ríos, de los montes, de las acequias y de las ovejas que acaban de ser su última adquisición y experiencia como granjero. Los limones comienzan como testigos mudos de su adaptación al medio pero los verdaderos protagonistas son los animales y los hombres y esa manera de ver el mundo del mejor modo posible que tiene el autor.
Vale la pena leer la descripción del régimen de acequias de Las Alpujarras, que drenan Sierra Nevada en el capítulo "Caminando con el agua" y el romper de la sequía para derivar en lluvias torrenciales en el último capítulo "Agua pasada..." si bien todo el libro es un cuadro en letra impresa.
Título: Entre Limones
Autor: Chris Stewart
Edita: Almuzara, 11 Edición, 2007





