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En esta primera parte, Alexis de Tocqueville reflexiona sobre la peculiaridad de la democracia americana comparándola con los regímenes europeos, además de vaticinar algunos desarrollos posteriores del pueblo americano con distinto acierto.
Por otra parte, muestra la capacidad de enriquecimiento con trabajo e iniciativa, que hace que los europeos inmigrantes dejen las cuestiones políticas en un segundo término. Es una nación nueva que, por sus oportunidades, lleva a un sano materialismo. Y, al tiempo, a una uniformidad de las gentes que les hace ser "medios" en todo, tanto es así que pueden ser gobernados por "mediocres" sin que sufra demasiado el cuerpo social.
Estados Unidos tiene la suerte de ser tierra nueva para un experimento democrático, en la que la historia y tradición no han dividido todavía en clases a sus hombres. Ahí la religión es sentida con profundidad, pero no está implicada en los gobiernos de los estados y, por eso, curiosamente, el Catolicismo goza de una envidiable salud. Esa libertad religiosa será el modelo que todavía aún añoramos los católicos con pensamiento liberal en Occidente, donde los odios y las legislaciones "anti" todavía manchan nuestra inmadura democracia.
El pueblo americano se muestra ya con dos culturas: norte y sur. Y, Tocqueville sostiene que la esclavitud en el Sur es una limitación al espíritu de iniciativa y a la potencialidad de esos Estados. Por otra parte muestra el gran vigor de la raza inglesa en ese territorio que, en su expansión, no conoce la ley y elimina a los pueblos indígenas por donde se implanta, eso sí, con magnificas palabras e intenciones. También muestra su tendencia de dominio, entonces sobre Texas y más adelante sobre los vastos y desiertos territorios mexicanos de frontera.
Su visión le muestra un conflicto latente: el crecimiento del pueblo de raza negra derivado de la esclavitud que será insostenible y la falta de asimilación por la población blanca. La solución la da en el mestizaje, pero el racismo es fuerte en la América que él conoce.
También muestra que "en el futuro" el gran conflicto será el de las dos grandes potencias: Estados Unidos y Rusia
Sus referencias al Viejo Mundo son de gran interés y, curiosamente, en gran parte todavía vigentes. Un pueblo viejo que sigue lamiéndose las heridas de un pasado de conflictos. Hoy "los progresistas" no son mas que lo peor de los "ilustrados" con distintos collares, un modo de pensar, una ideología que pretende una construcción social que ni se ha ensayado, ni se sostiene en la naturaleza humana.
Alexis de Tocqueville pertenece a ese grupo limitado de gente que vio con ojos críticos y bastante objetivos los desmanes de los ilustrados franceses. Otro gran autor es Edmun Burke, del que vale la pena leer "Reflexiones sobre la revolución francesa"
El libro que he leído es la traducción de Dolores Sánchez de Aleu
Título: La democracia en América, Tomo 1
Autor: Alexis de Tocqueville
Edita: Alianza Editorial, segunda edición de bolsillo, Madrid 1985
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