Los esclavos del siglo XX. Vientos amargos de Harry Wu y Carolyn Wakeman.

Llevo varios días estremecido, y no porque leyera algo que no conocía sino porque leer una y otra vez historias de campos de concentración en regímenes marxistas no acaba de dejarme indiferente. El dolor humano, la esclavitud, la muerte y el castigo por pensar... en pleno siglo del "progreso" y todo, siempre, con una sábana de silencio por nuestros intelectuales europeos.

El triunfo del Partido y de la ideología marxista ha sembrado de sangre, de miedo, de miseria los países en los que ha pasado. Algunos se han quitado ya ese pesado fardo. Otros como China, van "concediendo graciosamente libertades". Pero mientras el Partido sea el Estado la arbitrariedad y el crimen de pensar estarán presentes.

Reeducados por pensar... ese es el problema de los intelectuales auténticos. Y para evitar reeducar, los socialistas, versión life del terrible comunismo, imponen en España la Educación para la Ciudadanía. Tambores de "reeducación" y de "obligado pensamiento". ¿Habrá intelectuales?

Construyeron mundos imposibles y recibieron el hambre como resultado. Eso en China y Rusia fue un hecho.

Castigaron por pensar, y el miedo fue el fruto primero. El segundo... ese mundo de "centros de reeducación" que sembraron en China, en Rusia, en Cuba... y que sigue existiendo tal como muestra Harry Wu en sus reportajes de los años 90.

Pero el "partido" no se equivoca... no admite errores, no admite monstruos entre sus filas y, mientras tanto, con apelativos como "derechista", "reaccionario", "oscurantista", "retrógrado"... va descalificando a las personas hasta desnudarlas de su dignidad... ¿y luego?

Los intelectuales no pueden callar ante tanto atropello. No es baladí el asalto socialista al diccionario.

No es comparable el terror comunista o el terror republicano con el desconcierto y la indefensión de los habitantes en una nación democrática. Todavía hay recursos para frenar la tentación "omnipresente", "omnipotente" del Estado cuando, como entre las filas socialistas, se identifica con el Partido. A los que pensamos, necesariamente, nos encontrarán siempre en el otro lado.

Recomiendo que leamos este libro "Vientos amargos" como una alerta para frenar antes de que llegue la tentación controladora del Estado ¿o ya ha llegado?

Título: Vientos amargos

Autores: Harry Wu y Carolyn Wakeman

Editorial: Libros del Asteroide, Barcelona 2008

Harry Wu fundó en 1992 la Fundación The Laogai Research Fondation, para llamar la atención internacional sobre la falta de libertad de China.



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