En un mundo de confusión. La necesidad de aclararse sobre lo que es una secta. Sectas ¿de qué hablamos?
Título: Sectas ¿De qué hablamos?
Autores: Manuel Guerra, Francisco Azcona y Juan Luis Lorda.
Editado por: Cuadernos del Instituto Martín de Azpilcueta, Navarra 1999
El mundo actual está confuso. Religiones y sectas se mezclan. Cualquiera crea una teoría y hace vivir a un grupo de personas de acuerdo con algo que sabe que él ha inventado. Y los seguidores de ese camino pueden llegar a ser millones y comprometer su eternidad en un juego humano.
Por otra parte la barrera entre el voluntarismo y la ciencia se ha roto. Ahora no se estudia la realidad, se construye. No se progresa en conocimientos sino en novedades. Y así hay también sectas adoradoras del "progreso", de la "voluntad humana", de "imaginarios paraísos constructivos".
Es evidente que determinados movimientos políticos tienen hoy todas las características de una religión. Los herederos del marxismo, los socialismos, se presentan como sustitutos al transcendente culto a Dios por el culto a la humanidad, del paraíso en el Cielo que no ven al paraíso en la tierra que se empeñan en construir y no consiguen, de los mandamientos de Dios o de la naturaleza del hombre a la redefinición de los mandamientos parlamentarios. En su degradación ya no adoran a la humanidad sino al planeta tierra. Panteísmos pseudo-políticos con millones de seguidores ciegos.
Aclararse sobre las Sectas es algo importante. Pero tiene algo que ver con solucionar el problema ¿hay verdad? ¿el hombre puede conocerla? ¿es un patrimonio de la humanidad? Si eso es así... la mayoría de los conocimientos serían comunes y no sectarios.
¿Qué frutos está dando para ti y la sociedad tu creencia? Es claro que la religión católica ha dado frutos de solidaridad, de cultura, de defensa de la vida, de santidad de vida... y es una religión en la que todos son los elegidos. En las sectas hay exclusión, elección humana por cualidades humanas y una humanidad a manipular.
¿Manipulan los partidos? ¿Manipulan los investigadores? ¿cómo no manipular y, al mismo tiempo, defender y propagar la verdad?
Esas y muchas otras preguntas son el gusanillo para leer el manual sobre Sectas de Manuel Guerra y otros.
Unos movimientos se verán claramente sectarios: exclusivos, destructivos, peligrosos, incluso "delictivos".
Otros generarán dudas... pero en la duda hay que optar por no considerarlos sectas.
Otros se verán como beneficiosos, que hacen bien a las personas concretas, a los que les rodean y a la sociedad en la que se implantan.
frid
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