Stefan Zweig mantiene la frescura de sus relatos a pesar de que
están escritos en 1956; una serie de eventos donde la aventura, el valor
y otros impulsos hacen que la historia de un cambio fundamental.
Detrás de los cambios hay personas singulares, y eso que ahora con
el anonimato y la masificación nos venden la excelencia de la
"mediocridad". Personas con una ambición, un ideal, una pasión... han
movido y moverán el mundo.
Antes esas pasiones eran más humanas, y buscaban honor, gloria
además del poder. Hoy quizá el hombre es más egoísta y su ambición es el
dinero o el control de los demás seres humanos.
En los relatos de Setfan Zweig está la conquista del Pacífico, del
Polo Sur, la genialidad de literatos y músicos, la ambición del
conquistador de Bizancio o la clave de la segunda caída de Napoleón, así
como el "arma secreta alemana en la primera guerra mundial" que no fue
otra que la introducción clandestina de Lenin en Rusia.
Vale la pena que nuestros jóvenes vuelvan a leer este clásico y
sueñen algo más que una vida anodina y sin relieve. Si bien, desde mi
punto de vista, la mayor ambición posible es brillar en la profesión
elegida en el servicio a Dios y a la humanidad.
Federico R. de Rivera
1 comment:
Encantado de colaborar con vosotros. Entrad en el digital aragonliberal.es y enviadme a su correo vuestra propuesta. Federico
Post a Comment