
Después de la escalada de barbarie, de los hombres que han dado de sí lo peor están en ambos bandos, pero juzga el vencedor. De ahí la cortina que vela la vista en la primera parte: Leith se interesa en documentar los bombardeos aliados al Japón, su amigo Peter documenta los crímenes de guerra del enemigo para su juicio posterior.
La historia de Leith es también la historia de un amor complicado, con una adolescente que está entrando en la madurez. Él, el héroe de guerra, es un hombre de buenos sentimientos, compasivo, pero que su compasión sentimental le ha llevado a situaciones de infidelidad. En este caso respeta, al menos temporalmente, a su enamorada, Helen.
Los personajes han salido todos heridos, al menos psicológicamente, y transformados por la Guerra Mundial y se muestran como barcos después de la tormenta, que deben aclarar su posición antes de zarpar a puerto o continuar su faena, haciendo balance de las pérdidas. ¡Todos han tenido pérdidas!
El libro, editado por Destino, es de muy difícil traducción. Se mezclan diálogos, pensamientos y descripciones, lo que hace que lo leído se entienda a veces a posteriori. ¿Problema del traductor? Pienso que quizá sea necesaria una "versión" más acorde al idioma al que se traduce el libro; puede que la literalidad de la traducción oscurezca la calidad literaria de la obra, Premio USA "National Book Award".
El libro abre muchas posibilidades de reflexión y muestra unos personajes de gran bondad pero poca base para fundamentar sus sentimientos. Los protagonistas del libro no acaban de abandonar el terreno tormentoso, siguen en su niebla inicial porque su planteamiento vital es bastante plano.
Título: El Gran Incendio.
Autora: Shirley Hazzard
Edita: Ediciones Destino, Áncora y Delfín, Barcelona 2005
Publicado en www.aragonliberal.es
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