El Maestro del Juicio Final. Hay Infierno. Leo Perutz y una novela transgresora.

Título: El Maestro del Juicio Final

Autor: Leo Perutz

Editorial: Destino, Madrid 2004

Historia con trama policíaca pero con aires románticos, oníricos y trágicos, donde la realidad y la imaginación parece que se encuentran en la trama de la obra.

El suicidio del actor Bischoff es uno más de una cadena de suicidios donde entra en escena una maldición de la época renacentista. Cuadro hoffmaniano donde parece que los personajes se desenvuelven en contacto íntimo con el mundo de los sueños; y desde el que reciben órdenes a las que no pueden resistirse. Nubes que envuelven al barón Von Yocsch sin que se pueda resistir marcándole definitivamente con un alo de desesperación y fracaso.

Desde el principio uno se siente inmerso en las obras del romanticismo trágico del siglo anterior. Esta obra es como la prolongación en libro de uno de los sugerentes cuentos de Hoffman, y enlaza con otros autores germanos en los que los mundos subjetivos son más importantes que los reales. ¿Influencia del subjetivismo filosófico en la expresión literaria?

Lo más interesante del libro es la melodía interna que lleva al lector a enfrentarse con el horror del juicio final de los condenados.

El Mercader de Venecia. La piedad frente a la venganza. La imperfección de la justicia estrica.

Título: El Mercader de Venecia.
Noche de Reyes

Autor: William Shakespeare

Editorial: Edimat Libros S.A. Madrid 1999

En este libro se encuentran dos comedias de Shakespeare. Una divertida y de enredo como es Noche de Reyes y otra que además de comedia es un tratado maravilloso de las pasiones humanas que es El Mercader de Venecia.

Considero que las dos pasiones enfrentadas son la piedad y el odio, entroncadas con un sentido de la amistad y del bien típicamente renacentistas. Ahí se exalta el amor humano que implica belleza de cuerpo y de alma, y el alto valor de la amistad que lleva a una generosidad sin medida.

Shylock es un personaje al que no se le puede odiar como espectador de la obra; los agravios que sufre son reales, su situación de extranjero y de ciudadano de segunda le ponen en una dura situación. Bien es verdad que se le presenta como un usurero, pero un usurero que ha producido una hija discreta y bella, Jessica. Sin embargo se deja llevar por la pasión de la venganza hasta un límite de pedir la justicia extrema.

Portia, ejemplo de discreción, belleza e inteligencia, le encuentra la medida: la justicia extrema es imposible, propone la piedad, y encuentra la solución más “justa”, una solución que contentaría a las partes si no hubiese la cerrazón del odio. Y, al final, al aplicar la justicia estricta, cae el judío en su propia trampa y queda a merced de la clemencia del príncipe de Venecia.

La lección que se nos da es que la piedad es el mejor ornato de la persona, y en especial del príncipe (se prepara así la benevolencia final con Shylock); y la lección para el mundo actual está en buscar, en los conflictos, una solución que todos puedan asumir, que no será generalmente la estricta justicia: habrá que tener un equilibrio entre lo que se exige y lo que se puede dar.

frid

El Imperio efímero de la fuerza. Tamerlán visto por Enrique Serrano

Título: Tamerlán.

Autor: Enrique Serrano

Editorial: Seix Baral, Barcelona 2004

Este escritor de Barrancabermeja (Colombia) hace un verdadero esfuerzo en penetrar en las motivaciones que llevaron a Tamerlán (el gran Timar) a crear un imperio turco-mongol con capital en Samarcanda.

La crueldad de Tamerlán y su refinamiento posterior en la refundación de la ciudad de Samarcanda muestra todavía el tipo de imperios personales y efímeros que un gran caudillo medieval era capaz de formar. Ejércitos invencibles, inestabilidad continua en la cúpula de su poder, castigos ejemplarizadores y brutales generan al final del ciclo una ciudad refinada pero sin garantías de continuidad. El final de Tamerlán coincide con el principio del desmoronamiento de su creación personal.

La historia la cuenta el visir Mohamed Kagin, figura de ficción que, habiendo caído en desgracia, recibe la tarea de redactar la historia de su señor para el nieto del Kan Timur.

El relato sigue un procedimiento cíclico y poético, quizá para ocultar la falta de material del que se dispone para escribir este ambicioso libro. El relato se torna algo repetitivo ya que el carácter de Tamerlán y su epopeya no requerían tantas páginas, salvo que se utilizasen como esqueleto para encajar ahí una novela más consistente.

La virtud del libro: apenas inventa.

La mejor visión de África. Ébano de Ryszard Kapuscinski

Título: Ébano.

Autor: Ryszard Kapuscinski

Editorial: ABC, S.L., Hospitalet 2004

Colección: Biblioteca del viajero.


Libro imprescindible para acercarse al universo africano, para aproximarse a una cultura más sencilla que la nuestra, más sincera, y de la que podemos detectar raíces comunes.

África es mostrada como es. Aunque es tratada con cariño, Kapuscinski no deja de señalar virtudes y defectos del carácter africano: el amor a los antepasados, el sentido espiritual de la existencia, la alegría natural, su capacidad de asombro ante la vida; son compatibles con el sentimiento de tribu, con los nacionalismos excluyentes, con los odios al otro por motivos de raza o religión.

Pero también muestra la grieta abierta por los europeos y árabes en todo el continente; una grieta sin cicatrizar: las consecuencias de siglos de esclavitud, la división artificial de sus fronteras, las influencias nefastas de la ideología marxista en algunos movimientos de independencia, y la influencia actual de Occidente al alimentar a los “señores de la guerra”.

Además, el autor narra con tanta viveza lo que ve que se convierte en nuestros ojos, dándonos la sensación de vivir con él todos los acontecimientos que narra y pasear con él en todos los paisajes que describe.

La primera vez que leí el libro fue con un ejemplar de la Editorial Anagrama.

El triunfo del eterno mentiroso. En “La herencia de Eszter” de Sándor Márai

Título: La herencia de Eszter

Autor: Sándor Márai

Editorial: Emecé Editores España S.A. ; Colección Salamandra (Narrativa), Barcelona, 2000.

Triste obra, triste historia y triste final. Hay un sino que lleva a la protagonista a perderlo todo en beneficio de un mentiroso compulsivo, de Lajos, a quien amó desde el primer instante.

La novela tiene música, música de fatalidad. No aconsejo que se lea cuando uno se encuentre deprimido, cuando la vida parece que se nos apodera, no vaya a ser que sea una lupa de aumento del mal que nos aqueja. Sin embargo, si quieres conocer como personaje literario al “triunfador” que exalta la sociedad actual, conviene que leas el libro para aprender a defenderte de esos personajes.

Lajos no tiene moral, no da valor al bien o al mal... sencillamente vive la vida como un actor de teatro, sin rumbo y destrozando la vida de todo lo que toca. Él tiene su momento de gloria, pero, y ahí está la lección de esta obra, aunque triunfe en sus momentos de actuación estelar, acaba vacío. Es una cigarra que camina hacia el ocaso. Pero aún así es peligroso. Hundirá su barco con la tripulación a la que enrole.

frid.

La agonía de Cristo contada por Tomás Moro en su propia agonía.

Título: La agonía de Cristo

Autor: Tomás Moro

Editorial: Ediciones Rialp S. A., Madrid 1983, 3ª edición.

Introducción de Álvaro de Silva.

Tomás Moro escribe este libro desde la Torre de Londres mientras espera su ejecución por obedecer más de Dios que a los hombres. Con el libro se prepara para su propio suplicio y acompaña a Jesucristo en la agonía del huerto. Tomás pretende acompañar más al Señor en su camino hacia la cruz pero ve interrumpida su escritura cuando narra cómo prenden a Jesús.

La obra se conserva gracias a la diligencia de Margarita Roper, su hija mayor, que logra esconderla.

Un buen momento para leer este libro es la Semana Santa; por su brevedad puede terminarse en poco tiempo; pero también por su profundidad se le puede sacar mucho provecho. También es buen momento cualquier día, por ejemplo un viernes, en el que uno tenga ganas de considerar el amor de Dios a los hombres, el misterio del dolor de los inocentes y el modo divino de redimirnos.

Cuando uno lee, prácticamente todos los días en la prensa, cómo la ciencia hinchada de soberbia, se empeña en investigar con células madres embrionarias, en aplicar la eugenesia en los diagnósticos prenatales, en favorecer el aborto sin ningún tipo de reparo moral, la pregunta que uno se hace es ¿por qué Dios permite todo esto? Y, una ventana para entenderlo es ver y vivir los dolores de Cristo, el más inocente de los hombres; que como Dios quiso que como hombre sufriese toda la angustia de un condenado a muerte.

Es ahí, en la imagen de Cristo agónico, donde veo retratado el dolor de los más inocentes de los simples seres humanos: aquellos que son condenados sólo por haber sido concebidos. Son como minúsculos cristos, cristos “al microscopio”, que preguntan al hombre ¿así usas el tesoro que te he dado? ¿así usas la libertad con la que te he revestido?

frid