
Autor: San Josemaría Escrivá de Balaguer
Editorial: Ediciones Rialp, 44 edición, Madrid 1986
"Que tu vida no sea una vida estéril. –Sé útil.
-Deja poso. –Ilumina con la luminaria de tu fe y de tu amor.
Borra, con tu vida de apóstol, la seña viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. –Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en tu corazón".
Desde el primer punto de Camino, el autor, en un castellano vibrante, interpela al lector manteniendo un diálogo vivo que no se interrumpe aún acabado el último punto, el número 999, elegido como final por la devoción del autor a la Santísima Trinidad.
Amigos tengo que no han podido interrumpir su primera lectura y lo han leído de un tirón, otros que se lo aprendieron de memoria al utilizarlo como texto para las prácticas de mecanografía en un examen para administrativo del Estado.
La experiencia es unánime, no deja indiferente su lectura a católicos y no católicos. Decía San Josemaría que, incluso, le llevaban musulmanes en los bolsillos de su chilaba. Y es que si bien muchas de sus máximas interpelan en especial a los católicos, todas conectan con las aspiraciones de perfección comunes a todo ser humano.
Leído con afán de aprender, este libro hace mejor al lector, le marca un antes y después que se manifiesta en la siembra de afán de santidad o de superación que hace en el alma.