Colectivo Cartapacio Liberal. Noticiero y breves comentarios de libros leídos y que consideramos de interés. El Colectivo Cartapacio Liberal se ha adherido al periódico digital www.aragonliberal.es
Sunday, May 07, 2006
Hennig Mankel y el drama de Walander: Un camino a la desesperación.
Crítica literaria:
Hennig Mankel, "Antes de que hiele", Editorial TusQuets, Barcelona 2006
El último libro editado por TusQuets de Hennig Mankel, “Antes de que hiele” acaba de cerrar un círculo de búsqueda del porqué de las acciones delictivas cada vez más monstruosas que rodean al inspector de homicidios Walander.
Hasta entonces Walander ha ido lanzando una pregunta angustiosa del porqué de tales dislates, ¿porqué unas adolescentes comenten sin signo de arrepentimiento el cruel asesinato de un taxista? Porqué la aberrante vida de un ex ministro del gobierno sueco, ¿porqué ese desquiciar de la violencia?... Walander siempre se pregunta y nunca encuentra respuesta.
Curiosamente el policía es un ejemplo de incoherencia: un matrimonio destrozado, relaciones tirantes y llenas de incomprensiones con su padre e hija, relaciones sentimentales que no cuajan en compromiso, borracheras en las que intenta huir de las angustias que le azotan,... sin embargo es claro que es un buen policía, con intuición, muy individualista, tenaz y eficaz. Ahí tiene un cierto sentido su existencia.
Mankel lleva toda una vida literaria enfrentando a Walander con todo tipo de fantasmas y tópicos que se presentan reales ante sus ojos, que curiosamente van tomando vida en su estrecho mundo de provincias: la venganza de un loco ante la ineficacia de la policía, la trata de blancas, el negocio de órganos, la confabulación del terrorismo internacional en múltiples facetas, el fascismo emergente, la violencia juvenil... llegando a su culmen en la violencia generada por el radicalismo religioso.
Es en “Antes de que hiele”, la última de la saga, en la que Linda, su hija, y un novio policía y protagonista de la anterior novela donde creo que Mankel hace trampas... se podría decir que se convierte en el principal sospechoso de la manipulación de la acción y de la palabra.
No hay mucho que objetar al argumento de la novela... no es mas que eso, una novela... pero aquí, curiosamente... los fanáticos religiosos son protagonizados por una secta cristiana, dejando aparte la credibilidad que le daba al inspector el marido que denunció la desaparición de su mujer porque eran un matrimonio profundamente religioso, en “La leona blanca”.
La teóloga a la que piden consejo les indica que este grupo de gente parece inteligente y no necesariamente están trastornados, simplemente viven con radicalidad su interpretación de la Biblia... el jefe de la secta, como es lógico, reinterpreta y corrige la Biblia para adaptarla a su nueva religión... de la que es el único intérprete. Curiosamente este personaje, salvo en los aspectos violentos, encaja perfectamente en las nuevas religiones o sectas de orientación judeo-cristiana que han surgido en los entornos de la masonería (como pueden ser los mormones y adventistas).
Los protagonistas, los que resuelven con equilibrio la situación, son Walander, su hija Linda y el flamante novio... que son un dechado de sentido común y unánimemente ateos, personas que han superado el conflicto o “la tentación” religiosa.
La trampa está servida cuando el final de la historia nos remite al 13 de septiembre, cuando unos radicales islámicos han logrado impactar sobre las torres gemelas... acaba la novela con el estupor de Walander y Linda... los ecuánimes que se quedan preguntándose sobre ese peligro de creer en Dios demasiado.
Al final de la novela uno se queda con una inquietante pregunta ¿entonces, no hay ninguna esperanza?... todas nuestras anteriores búsquedas a lo largo de la obra de Mankel... ¿tienen respuesta? O bien la respuesta es... el hombre abandonado a su destino... el hombre solo... sin Dios y sin un apoyo para salir del círculo de la desesperación o del deseo compulsivo.
Realmente es disculpable en un escritor que nace en un ambiente desgarrado como el de la sociedad sueca... modelo de opulencia y de los mayores índices de suicidio... que en su propio entorno no encuentre más que sombras y desesperación... lo que no es disculpable es el juego de manos para mostrarnos unos malvados a los que persigue durante todas las páginas de su novela para acabar con otros distintos colisionando contra unas torres... con esto lanza un mensaje erróneo al lector ¿toda exageración religiosa es peligrosa y criminal?
Y esa afirmación es falsa... porque si bien son peligrosos los fanáticos inventores de una religión... nos encontramos con el cristianismo, que ha demostrado en su larga existencia que es capaz de generar cultura, paz y concordia, además de defender los derechos de los más débiles sin agredir ni imponer... y, para muchos, con signos palpables y evidentes de que ha sido instituido por una Persona, Jesucristo, que era más que hombre, que con sus milagros mostró su divinidad, con su doctrina la sabiduría divina y con su vida el modo de cómo Dios obra con amor en la vida de los hombres... valga como ejemplo la resurrección del hijo único de la pobre viuda... que obró porque se compadeció de la viuda.
Mankel cierra, con esta obra el círculo de la desesperación para los que se identificaron con su personaje, Walander.... ya saben que no van a encontrar respuestas en él y que convendrá retornar a los clásicos como Lope, Shakespeare, Manzini, Chesterton, Tolkien para encontrar en la Literatura un canto a la esperanza, además de personajes más consistentes y claros aunque algunos vivan en un mundo de ficción... pero con más sentido que el de los fantasmas de Walander.
Frid.
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5 comments:
Me encanta Henning Mankell. He leído "La leona Blanca" y "La quinta mujer", las dos novelas muy buenas.
Ahora precisamente estoy con "Los perros de Riga".
Un saludo.
Para mí Los perros de Riga es su mejor novela
Bueno, al acabar la novela "los perros de Riga", tengo que decirte que no me ha emocionado mucho, la verdad. Me gustó mucho más "La quinta mujer" o "La leona blanca".
Un saludo.
Es posible que no te convenciara el cambalache de los policías del Este, en el que nunca se sabe cual es el bueno. Pero a mí me interesó ver cómo se manejan en un mundo lleno de mentiras. Las otras novelas tienen un mal más lineal y claro, más o menos mostruoso. Pero en el caso de Riga, el mal era el que gobernaba ese mundo y era lo normal. Salieron de puro milagro. Quizá, más que la trama, me encantó lo que apuntó sobre los paraísos marxistas.
Ahora he pasado a leer los clásicos y estoy con Julio Cesar de Shakespeare, pero no te diré como Casio que conspires como él contra el tirano.
La acabo de leer y estoy leyendo cortafuegos. Es verdaderamente triste cómo se justifica una especie de laicismo sin sentido. Perro también hay que verlo desde la perspectiva de walander: en el fondo echa de menos esa infancia donde todo estaba más organizado, las personas tenían otros valores (como su insoportable, rudo , pero casi entrañable padre). ¿Que pasa en Suecia? no lo sabe nadie, la violencia sin sentido, las nuevas tecnologías: un mundo que está acelerado hacia la nada...
Cabría preguntarse, al igual que en España si ha servido para algo tanto cambio sis sentido, y si estamos mejor que antes, con los valores de ahora, por encima de los de antes. Si los hemos cambiado de forma acelerada, sin sopesar bien sus consecuencias.
Aunque no estoy dse acuerdo con la ideología de Mankell sí estoy de acuerdo con algunos diagnósticos de la sociedad en la que vice y que tras diez años de escribir sus libros llega a España.
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