La realidad es que el estoico Séneca se queda algo corto comparado con el estoicismo cristiano de Jorge Manrique. El tiempo se pierde siempre que no se utiliza para atesorar tesoros donde la polilla y el orín no hagan pasto de ellos. Y ese único tesoro es el "bien" que uno ha obrado en su vida.
Pero Séneca es un hombre de su tiempo, de sus creencias y de sus conocimientos. Hombre agudo que se da cuenta de la cantidad de vanidades que llenan nuestro quehacer diario y propone dedicar tiempo para uno mismo. Y ¿cómo utilizamos este tiempo nuestro sin que sea desperdicio también si al final todo queda en polvo y olvido?
Algo acierta al plantear las ocupaciones más excelsas: la compañía de la lectura de los "Sabios" y el hablar de ellos, y dedicarse a los bienes del espíritu, preguntándose las cuestiones últimas de la vida.
¿Qué da sentido al tiempo? ¿Cómo puede hacernos más ricos con algo que permanezca? Es un dilema que él no resuelve pero que acerca al lector.
La obra, traducida por Francisco Socas, tiene algunos intentos de acercar el pensamiento de Séneca a nuestro tiempo, lo que, creo, no hace con acierto completo. Así en la página 58 muestra como pérdidas de tiempo "el ajedrez, la pelota o el afán de broncearse al sol", lo que es un anacronismo que plantea dudas sobre otras partes de la traducción. En mi opinión eso se podría haber arreglado con una sencilla nota a pie de página pues a mí me interesa saber qué consideraba Séneca como pérdidas de tiempo
Pues en mi caso no considero perder el tiempo estar ocupado, si esa ocupación no es agobiante y se hace con sentido de servicio a los demás. Así funciona el mundo y para eso nos creó Dios. Tiene sentido cualquier ocupación y se pierde el tiempo cuando, de acuerdo con Séneca esta vez, no dedicamos parte de nuestra vida a pensar las cuestiones transcendentales. Y, si creemos en Dios, es preciso tratarle para centrar la vida en bienes que duren eternamente. El equipaje que nos queda es el "bien" hecho a nuestros semejantes.
La obra incluye siete cartas de Séneca a algún desconocido amigo que versan también sobre la pérdida de tiempo y la necesidad de aprovecharlo.
Autor: Séneca
Título: "Sobre la brevedad de la vida"
Edita: La Esfera de los Libros. Clásicos. Madrid 2011
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