Un inspector español: Leo Caldas en "La playa de los ahogados" de Domingo Villar

La novela policíaca sigue la tónica de Mankell o de Márkaris en cuanto que el inspector es una persona que se manifiesta en la trama como un ser humano con personalidad y vida propia. Sin embargo el personaje de Domingo Villar no es tan problemático ni tan angustiado con la vida como Vallander, ni tan complejo como Jaritos, es, sencillamente, gallego

La pareja formada por el inspector Caldas y su ayudante, un aragonés de Zaragoza, el tal Estévez, permite al autor una serie de diálogos de contraste muy interesantes.

Esta vez se topan con un ahogado, Justo Castelo, que parece haberse suicidado, pero por un ligero detalle, se comprueba que la muerte ha sido provocada. De ahí surge el recuerdo de una vieja historia: un naufragio de hace años y más cosas que irán surgiendo al tirar del hilo del recuerdo.

Por otra parte las divagaciones del inspector hacen algo lenta la trama, que tampoco se revela como muy trepidante.

Sin embargo, a pesar de ese defecto para los impacientes, la trama está bien llevada, el argumento se sostiene y el final adquiere una aceleración que compensa las "uñas mordidas" esperando, al principio de la novela, que suceda algo.

Frid

Título: La playa de los ahogados

Autor: Domingo Villar

Edita: Siruela, Madrid 2009

Humor y nivel: El Gas Hilarante de Wodehouse

Pelham Grenville Wodehouse (1881-1975) es el maestro del humor inglés, del que lleva a la sonrisa pero que, si lo analizas despacio, desgrana y pone al descubierto toda la idiotez de la alta sociedad inglesa de su tiempo. Dice Evelyn Waurgh, otro gran satírico inglés, que el mundo liberado en la literatura de Wodehouse no perecerá, ya que, realmente capta el alma inglesa.

Jeeves es el magnífico mayordomo que sirve a un inútil y dócil señor, que es como una mascota para él. En esta novela, el Gas Hilarante, el protagonista, Reggie, es sustituido por el pequeño Cooley, un niño prodigio de la industria del cine de Hollywood cuando, por una concesión a la ficción, ambos coinciden en sendas consultas del dentista. Cada uno ve trocado su cuerpo hasta que, por accidente, vuelve a deshacerse el entuerto.

En ese vivir cada uno la vida del otro, el bueno de Reggie sale ganando porque capta la bondad de Anne, su antiguo amor, y la realidad de su nuevo idilio, la actriz April June.

Wodehouse hace una simpática crítica de la aristocracia inglesa, de la sociedad americana y, en especial, del mundo de Hollywood en el que nadie está a gusto con su papel

Un divertimento que te llevará a leerte TODO Wodehouse, y no te defraudará

Título: El Gas Hilarante

Autor: Pelham Grenville Wodehouse

Edita: Ediciones Versal S.A., Barcelona 1991

Mankell con "El hombre inquieto" y sus inquietos finales

Esta novela sería, en una saga histórica, la última del inspector Vallander, salvo que Mankell encuentre un caso a resolver por un enfermo de Alzheimer, o bien quiera hacer una mirada retrospectiva del inspector. Ahí quedan su hija y su nieta como ventana al futuro.

Como siempre lo mejor de Mankell son los principios... y lo peor sus finales donde se destila su modo de ver el mundo tan peculiar e inquieta. Un final en esta novela difícilmente creíble, ya que los americanos serían los malos del cuento ante un socialdemócrata y progresista típico como es el escritor.

La novela es entretenida. Y el modo de ver la vida de Mankell, reflejado en el inspector Vallander tiene de bueno que muestra cómo el ateísmo no tiene respuestas al agujero de la muerte. No son satisfactorias las respuestas que se da el Inspector envejecido, ni siquiera la natural herencia biológica de sus descendientes.

frid

Título: El hombre inquieto

Autor: Henning Mankell

Edita: TusQuets, Colección Andanzas, Barcelona 2009