Sobre lo que más se ha escrito en el mungo: La religión y la política.
Título: Sociopolítica del hecho religioso
Autor: Ángel Beleña López
Ediciones Rialp, Madrid 2007
Este libro se compone de tres breves artículos con un apéndice documental muy interesante para cada uno de ellos. Los temas que trata son "Política y Religión", "Sociedad y Religión" y "Ética y Religión".
Desde un análisis histórico muestra que siempre la Religión ha estado presente en las construcciones o deconstrucciones sociales, tanto para afirmarla como para negarla... llegando a la "religión laica" de los revolucionarios franceses o la "religión de la negación de Dios" del Comunismo soviético.
Recopila importantes textos de pensadores a favor del hecho religioso y de personas hostiles a toda religión, si bien en especial su furia se enfoca en especial al Catolicismo, siguiendo la tradición del Imperio Romano que divinizó al Emperador y obligó darle culto.
Curioso artículo de Volpi tergiversando la historia y hablando del "tolerante politeismo de griegos y romanos". Ya se ve que no ha profundizado en la vida de los "esclavos" del Imperio, en los asesinados por bien del Imperio, en las bacanales y demás orgías donde lo divino-demoniaco llevaba a aberraciones todavía difícilmente superables.
Beleña analiza la ética de "mínimos" de Hans Küng mostrando su incoherencia. Si los sistemas éticos existen es porque plantean un camino ascentente en la virtud o santidad. Lo que sí cabe es un "sistema social" que permita convivir a las distintas creencias personales o religiosas dentro del respeto mutuo.
Hay asuntos más problemáticos en el orden de la convivencia ¿Hay una ética de mínimos ante el aborto? Si consideramos que abortar es asesinar a un ser humano no cabe mas que o su prohibición, o su tolerancia "como mal real pero consolidado", o la reducción de sus supuestos "mejorando la actual legislación", o bien ofrecer alternativas para no abortar a los que se encuentren ante ese dilema.
En todo caso la ética y la religión son aspectos personales, que conforman todo el pensar y obrar de los hombres y requieren la máxima atención y el máximo respeto de los poderes públicos a los que hemos entregado el "Poder" no para "imponer" sino para "organizar" la sociedad en la que podamos convivir sin renunciar a nuestras creencias ni a hablar de ellas y defenderlas.
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