En el reencuentro de ese grupo, ya en la senectud, surgen recuerdos e historias complicadas. Al fin y al cabo son unos personajes frívolos, sentimentales e infieles entre sí. Muestran magníficamente lo que significa la decadencia moral, la falta de valores, el vacío existencial... en un mundo secularizado donde, como detalle, algunos de los lugares de culto anglicanos son garitos cutres; donde la ministro que oficia la boda de dos jóvenes es una moza de buen ver; donde las conversaciones son frívolas e insustanciales.
No sé cómo la crítica puede decir que hay "delirantes escenas" en ese reencuentro de fachadas en decadencia, de viejos verdes y de borrachos compulsivos.
Interesante lectura para comprobar a donde lleva el progresismo: a personas que viven en un vacío cósmico.
Título: Los viejos demonios
Autor: Kingsley Amis
Edita: Lumen, Barcelona 2011
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